En 2024 se cerraron más de 50 operaciones de adquisición o integración de corredurías en España, según datos de El Economista.
Una tendencia que no es nueva, pero que se ha acelerado notablemente en los últimos años. Y todo indica que no va a frenar.
¿Qué implica una integración o una adquisición?
Aunque muchas veces se utilizan como sinónimos, integración y adquisición no son lo mismo:
- Una adquisición implica que una correduría compra a otra. Se hace con una valoración de la cartera, se negocian las condiciones y, por lo general, la empresa adquirida se incorpora a la estructura del comprador.
- Una integración suele implicar una unión más equilibrada, donde dos corredurías deciden colaborar o fusionarse para crear una estructura compartida, combinando equipos, clientes y procesos.
Ambos son modelos distintos, y es importante conocer la diferencia. En el último año, se han dado más integraciones que compras directas, especialmente entre corredurías que buscan escalar sin perder independencia total.
Las corredurías que integran o adquieren suelen buscar volumen, escala y cuota de mercado, tanto para mejorar su posición ante las aseguradoras como para ganar eficiencia operativa.
Por otro lado, las que venden suelen hacerlo buscando continuidad, alivio operativo o una nueva etapa profesional.
Entre ambos extremos, han surgido modelos intermedios, como integraciones progresivas o alianzas más flexibles, que permiten compartir estructura y recursos sin una fusión inmediata.
¿Por qué está sucediendo esto?
Las razones que explican este fenómeno son diversas, pero hay cinco factores clave que están empujando la consolidación del canal de mediación:
1. Presión regulatoria
Las nuevas normativas están aumentando la carga operativa y el coste de cumplimiento. Para muchas corredurías pequeñas y medianas, cumplir con todo exige recursos que ya no tienen. Integrarse en una estructura mayor puede ser una forma de aliviar esa presión.
2. Relevo generacional
Muchos socios fundadores se acercan a la jubilación sin un relevo claro. En ese escenario, integrarse o vender aparece como una opción lógica para garantizar la continuidad del negocio, la cartera y los equipos.
3. Competencia creciente
El canal tradicional ya no compite solo con otras corredurías. Hoy hay que mirar también a:
- Bancaseguros, con estructuras comerciales muy potentes.
- Insurtechs, con propuestas 100% digitales.
- Comparadores, que dominan la captación online.
En este contexto, la escala importa: en tecnología, en marketing y en poder de negociación con las aseguradoras.
4. Necesidad de digitalización
El mercado y el cliente exigen agilidad, automatización y experiencia digital. Para muchas corredurías, acceder a herramientas como CRM, multitarificadores o firma electrónica implica inversiones y conocimientos que no siempre tienen. Integrarse puede acelerar ese proceso.
5. Oportunidades estratégicas
No todas las operaciones surgen por necesidad. Muchas integraciones responden a estrategias de crecimiento, para complementar carteras, ampliar presencia territorial o entrar en nuevos nichos de mercado.
¿Quiénes están liderando el movimiento?
De las operaciones realizadas en 2024:
- Más de la mitad fueron lideradas por corredurías con apoyo financiero de fondos de inversión.
- En el resto, destacan corredurías tradicionales que están conformando grupos propios o alianzas estratégicas.
Cómo prepararse
Tanto vender como integrarse pueden tener sentido, dependiendo del tamaño, los objetivos y la cultura de la correduría. El mercado suele valorar las operaciones en función del EBITDA, pero no es lo único que se tiene en cuenta. Estos son algunos aspectos clave que definen una operación exitosa:
- Conexión cultural: Más allá de los números, alinear formas de trabajar, trato con clientes y visión comercial es fundamental.
- Mix de productos: Una cartera diversificada y con potencial de crecimiento suele generar más interés.
- Continuidad del liderazgo: La permanencia (aunque sea temporal) de los socios fundadores o directivos suele facilitar la transición.
- Relación con aseguradoras: Tener buenas condiciones y vínculos estables con compañías clave mejora la posición negociadora.
- Tecnología y procesos: Un nivel mínimo de digitalización y orden interno facilita cualquier integración.
¿Qué se viene?
Todo indica que en 2025 esta tendencia continuará.
La consolidación no significa el fin de las corredurías pequeñas o independientes, pero sí marca un punto de inflexión. Quien quiera seguir compitiendo tendrá que definir su posición estratégica, invertir en tecnología o aliarse de forma inteligente.
Para muchas corredurías, este es el momento de parar la pelota y pensar:
¿Queremos crecer solos? ¿Tiene sentido integrarnos? ¿Estamos preparados para vender?
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Aquí puedes ver el replay del webinar completo con la participación de Juanda Ruiz (Ruiz Re), Joaquín Tabernero (FINSA) y Juan Manuel Medina (Alpha Brokers):